sábado, 15 de noviembre de 2014

Los libros: un buen surtido de tapas.

Las tapas son un pellizco de cosas buenas. No puedes ir de tapas y pedir 10 tapas de chipirones. Lo más seguro es que no te sienten bien. Mejor unos chocos, con unas bravas, unos mejillones, una caña y... Pues los libros son lo mismo. No hay un solo camino. Los libros son abiertos, con muchos puntos de vista, con matices.

La Plaga (Montse Ganges y Imapla) se plantearon un nuevo libro cuando Montse vino un día y me comentó que ya teníamos proyecto nuevo y se llamaría Lo que cuentan las estatuas del mundo. Montse tenía el proyecto claro, ordenado, como es su costumbre, y lo mejor de todo es que teníamos ese título que enamoraba.
Empezamos a mezclar, a tapear con la historia de las estatuas de verdad y las historias que nos explicaban ellas. Las estatuas hablando de lo que habían visto, testimonio de su presencia, testimonio de su propia realidad a través de la ficción. Porque fabular es eso ¿dónde está la raya de la ficción y la realidad?
Las siete estatuas narradoras, también tendrían un texto informativo sobre ellas mismas para dar testimonio de su realidad, la de verdad, si es que esa es la de verdad: ¿cuándo se construyó la estatua de la Libertad?, ¿qué es el juego de pelota de Chichen Itzá?, ¿cuánto mide la Gran Esfinge?, ¿por qué están tristes Las Cariátides?, ¿quién habla rapanui?, ¿por qué tienen la boca abierta las gárgolas?, ¿cómo son los dragones en la China?

Lo que cuentan las estatuas del mundo es un libro editado por Ediciones Ekaré.

Cuando se acaba este libro, Las Cariátides no sabes si están tristes por que fueron las mujeres de Caria castigadas a llevar un peso en su cabeza de por vida por culpa de una guerra, o por que vieron a Elena morir esa noche de luna llena llevando en brazos a su hermana recién nacida. Las dos historias son reales. Una está en el libro Lo que cuentan las estatuas del mundo y otra está en la Historia que nos ha dejado a las estatuas cómo testimonio del paso del tiempo, y que nos ha permitido hacer el libro. Fabular es contar otra realidad de la propia realidad. Eso me gusta a mi y pienso que este proyecto es eso.


Una vez planteado el libro organizamos su estructura para encontrar la mejor manera de reflejar esa idea mezclando información de conocimiento al lado del texto literario. Luego, cada una se puso a hacer su camino: Montse a escribir y yo a ilustrar.

Me gustaría dejar testimonio de cómo a veces ilustrar también es el fruto de varios caminos unidos por la misma necesidad de contar y fabular que tenemos todos. Todas las historias en esencia cuentan esos sentimientos universales, cuentan nuestra condición humana. Así que de la misma manera, que Las Cariátides son Mujeres de Caria y testimonios de Elena que murió en una noche de luna llena, Chac Mool de Chichén Itzá también es el replicante de Blade Runner.



Así que, ¡bienvenidas las tapas en el mundo de los libros!